Reseña: La chica del tren - Paula Hawkins.

 

ACERCA DEL LIBRO:

Título: La chica del tren | Título original: The Girl on the Train

| Autora: Paula Hawkins |

Género: Suspense, Misterio | Saga: No

Año: 2015 | Páginas: 496 | ISBN: 8408141473

SINOPSIS:

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?

Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

Opinión personal:

La vida no es un párrafo y la muerte no es un paréntesis.

     ¡Hola buhitos! ¿Cómo les está yendo en este hermoso martes?... espero que muy bien, yo por acá ando rogando no olvidarme de los pasos para mi tabla rítmica y no hacer el oso de la vida. En fin, ya luego se enterarán como me fui, y bueno, el día de hoy vengo con una reseña, que si no se han dado cuenta, se trata de La chica del tren.

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     Hace como dos semanas, me parece, poquito más poquito menos, mi amiga me comentaba que estaba o había salido ya, La chica del tren en el cine. Y de hecho, me acuerdo que hace un tiempito el libro andaba por todas partes, tuvo un gran hype y sinceramente le tenía muchas ganas, los thrillers psicológicos me atraen muchísimo, y este iba teniendo críticas de todo tipo, por lo que me lo apunté en el Goodreads, pero demoré un montón en leerlo.

     Así que comentábamos que no lo habíamos leído, y luego quedó en que lo leyéramos juntas, y así comenzamos el domingo pasado y lo terminé apenas el sábado en la madrugada, me dormí súper tarde -o temprano, según como se vea-. Así que bueno, les dejo ya la reseña, libre de spoilers, que la disfruten.

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     Comenzamos La chica del tren con Rachel Watson, una mujer en su treintena que siempre toma el tren a las 8.04 hacia Londres, compartiendo el tren con un montón de gente trabajadora, siempre viendo el mismo paisaje y bueno, deteniéndose en el mismo semáforo, quedando casualmente frente a una hermosa casa victoriana donde vive una hermosa pareja viviendo la vida ideal.

Lo único que sé es que, un minuto estoy bien y la vida es dulce y no parece faltarme nada y, al siguiente, me disperso, comienzo a desvariar y otra vez me muero por escaparme.

Todo lo que Rachel siempre ha querido para sí misma, esa pareja lo tiene. Incluso les ha puesto nombres, Jess y Jason. Hasta que un día ve a través de la ventana del vagón algo que cambiará su vida. Jess y Jason podrían no tener la vida idílica que ella creía. Entonces parece que todo se va derrumbando a su alrededor.

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     Esa es pues la trama de La chica del tren, la única que pude hacer sin desvelar nada, o mucho, de lo que sucede en estas casi quinientas páginas, que por cierto, es básicamente lo que dice la sinopsis. Pero realmente vale la pena ir a leer sin tener mucha idea de lo que se va a encontrar, o el cómo se va a desarrollar la cosa. Aunque desde ya les digo que me ha gustado el librito, ya iremos viendo por qué.

     La chica del tren está narrado desde la perspectiva de tres mujeres de una forma bastante singular, porque Rachel nos cuenta el presente y va bastante lineal, mientras que Megan nos cuenta unos meses en el pasado, y bueno, Anna como que también está en el presente. Me gustó esta forma de narrar los sucesos, puesto que nos mantiene -o al menos a mí-, leyendo, buscando dónde las cosas se pudieron haber ido al traste, prestándole atención a los detalles, aunque debo decir que no voy a servir para detective.

No puede haber mayor sufrimiento, nada puede ser más doloroso que no llegar a saber nunca qué pasó.

     Paula consiguió engañarme la mayor parte del libro. Y eso parece que fue el factor decisivo para que este fuera una muy buena lectura. Me encanta cuando las cosas no son lo que parecen, o que lo sean pero luego te hagan creer que ahí no está el detalle, que es algo más. Pero sí, al final me di cuenta de que muchos detalles me señalaban la dirección del misterio.

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     Otra cosa que noté de La chica del tren, y que me convenció desde el principio, fueron lo extraño/singulares que son los personajes. Rachel Watson es una alcohólica empedernida con un buen de problemas que no la dejan avanzar, y casi todos ellos se centran en que no ha conseguido superar a su ex. Dados sus problemas con la bebida, no es una testigo muy confiable, así que no muchos le creen y comienza a tomar las cosas por sus propios métodos, que no siempre serán los más acertados. Rachel, pues no les diré que me terminó de agradar, a pesar de que comprendí muchas de sus acciones, pero otras por supuesto que no.

     Tenemos por otro lado a Anna Watson, una mujer también como en los treinta, que era una agente inmobiliaria, muy guapa y galante, hasta que se casa con Tom Watson, un hombre que trabaja muchas horas al día pero que la adora y besa el suelo que pisa, sin embargo, ahora se dedica exclusivamente al cuidado de su pequeña Evie. Me ponía los pelos de punta lo sobre protectora que es de su hija, y luego cambiaba radicalmente de pensamientos. Pero bueno, son cosas que luego suceden en las mamás y que casi no se tocan. Me agradó, aunque no se profundizara.

No creo en las almas gemelas, pero entre nosotros hay una conexión que no había sentido antes o, al menos, no desde hace mucho tiempo. Procede de una experiencia compartida, de saber qué se siente al estar deshecho.

     Ahora vamos con Megan Hipwell, una joven mujer que es la más singular de todas, si cabe. Tiene algunos fantasmas del pasados que no la dejan vivir en paz, apenas duerme y no soporta estar sola, a la vez que cuando está con su esposo, -que no se llama Jason sino Scott-, a veces solo quiere que la deje respirar -sí, hasta el marido es sobre protector-, cosa que le hace ir con un psicólogo. Se me hizo un personaje interesante, psicológicamente hablando, que en sí, todos tienen su algo que provocó mi vena de psicóloga, ja, ja, ja, y eso me terminó de gustar de La chica del tren.

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     Con los personajes masculinos, diré que no con todos profundizamos, dado que no narran en ninguna parte, sin embargo, bien que los vemos a través de los ojos de las mujeres. A Tom Watson nos lo pintan como un sujeto súper paciente con su ex, Rachel, a la vez que adora a su familia, Anna y Evie, ellas son lo que siempre ha querido, su familia; me convenció muchísimo su papel.

Scott Hipwell... eh sí, otro personaje que me daba repelús por ciertas actitudes que tenía, sin embargo, de nuevo, su papel me convenció un montón, sobre todo a través de los ojos de Rachel.

Nunca comprendió que era posible echar de menos y llorar lo que nunca se ha tenido.

     Mientras que Jamal Abdic, el psicólogo de Megan me cayó mal por su ética dudosa, o sea, no puedo estar de acuerdo con un psicólogo así, por más bueno que esté -sí, nos lo dejan clarísimo en el libro, todos estos hombres están más buenos que el pan, como un tren... y cosas así, y solo hay que ver a los actores que han escogido-, aunque tiene sus algos que me cayeron bien.

     Así que podría decir que en La chica del tren los personajes fueron los puntos fuertes, al menos los que están involucrados en el misterio y suspenso de la trama. Porque de los que esperaba más participación o apariciones estelares... brillaron por su ausencia, y no son otros que los detectives detrás del caso. No es que no haya habido policías o similares, de hecho se mencionan dos como el inspector Gaskill y la sargento Riley, pero es que casi no aparecen.

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     Entonces... alegremente puedo decir que me gustó La chica del tren, hice muy bien en esperar a que bajara un poco el hype, además, fue una buena época para leerlo. Y para como he estado yendo con mis lecturas, les diré que es bastante fácil de leer, obviando que hay saltos en el tiempo, pero igualmente al principio de capítulo te dicen quién narra, y la fecha, oh sí, y si es por la mañana o la tarde. Eh, me consiguió enganchar y tiene una trama no muy densa, pero que sí te pone a pensar y te manda a ser observador/a de los detalles.

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     Con respecto a la película, aún no la he visto, pero tiene un tráiler muy bonito. Y de hecho, me vi el tráiler antes que el libro, por lo que lo leí con algunos actores en la mente, salvo el de Emily, es que no encaja mucho en la descripción de Rachel, pero hay que ver cómo lo hace acá, porque en otros papeles ella me ha encantado. Y no sé, si quieren que haga alguna comparación, para cuando la haya visto, me dicen 😉.

Sol radiante, cielos despejados, nadie con quien jugar, nada que hacer. Vivir tal y como lo hago hoy día resulta más duro en verano, cuando hay tantas horas de sol y tan escaso es el refugio de la oscuridad; cuando todo el mundo está en la calle, mostrándose flagrante y agresivamente feliz.

La chica del tren es un buen libro de suspenso y misterio, con una trama bastante sencilla para que no te pierdas pero que te hace ver bien los detalles. No iba con muchas expectativas así que alegremente no me decepcionó.

Sus personajes son un gran fuerte en este libro, al fin son los que hacen la historia, pero además tienen personalidades muy singulares, y es que los buenos no son completamente buenos, y los malos no lo tienen todo de malos.

4/5 Me gustó.

     Entonces... eso va a ser todo para el día de hoy buhitos, me enredé un poco en la reseña, pero bueno, es que no quería dar muchos detalles, pero creo que así quedó bien, ya me dirán. Oh, y si lo han leído, van a tener que decirme si se sospechaban quién fue y cómo pasó. Hay que compartir notas.

¡Que pasen bonita semana buhitos! 💃

Adiós buhitos.