Reseña: Dieciocho meses y un día de Paz Castelló.

DIECIOCHO MESES Y UN DÍA || PAZ CASTELLÓ

Autoconclusivo | Suspense | 288 páginas | 9788416517008 | 2017

SINOPSIS:

Dieciocho meses y un día es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peñíscola, lleva encerrada en el ático donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estrés postraumático que desarrolló tras ser la única testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido.
Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que también es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peñíscola, ciudad que eligió para desarrollar su carrera profesional.
Está convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prisión provisional a la espera de juicio, esté encerrado para siempre, será capaz de superar su angustia y podrá salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterráneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraíso de la costa mediterránea.
Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aún más entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad añadida de no poder salir de casa.
Para conseguirlo tendrá que enfrentarse a sí misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofóbica vida en un medio para escapar de sí misma.

GRACIAS A EDICIONES URANO.

Opinión personal:

Y Sabina era el pájaro, ahora encerrdo en una jaula. [...] En realidad era libre, tan solo esclava de su libertad.

¡Hola buhitos! ¿Qué tal el día de hoy? Espero que súper bien este cierre de mes, yo por mi parte muy bien, sigo disfrutando del Mundial de fútbol, porque si no sabían me gusta el fútbol, y ahí ando, apoyando a mi país, así como a mis favoritos, pero bueno, seguramente han visto fút por todos lados, así que ya pasamos a otra cosa ja, ja, ja, librooos, como la reseña que les traigo hoy acá.

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Pues recuerdo haberles comentado a fines de abril, si no estoy mal, de que Ediciones Urano había aceptado colaborar con el blog, y estaba súper emocionada, de hecho no he dejado de estar emocionada ja, ja, ja, menos cuando han llegado estos libritos a casa, este y otro que estoy leyendo, así que públicamente, muchas gracias a Urano.

Pero bueno, cuando me enviaron las novedades del mes y leí la sinopsis me llamó muchísimo la atención la palabra agorafobia, que no sé si saben pero soy estudiante de Psicología, y la agorafobia es una enfermedad mental, consiste en que la persona tiene miedo obsesivo a los espacios abiertos o descubiertos por diversas cuestiones; así que me atrajo como abeja a la miel y bueno, vayamos a la reseña del día de hoy.

Antes de que todo ocurriera, Sabina solía decir que la esperanza es inmensa como lo es también el mar, casi infinito. Ahora, sin embargo, pensaba que podía ahogarte de la misma manera que puede hacerlo el mar.

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Dieciocho meses y un día nos lleva a Peñíscola, España donde vive Sabina Lamer, una pintora de éxito que desde hace casi dieciocho meses no ha podido ni asomarse al umbral de su ático, que la hace de casa y estudio de pintura a la vez. Ella tiene agorafobia provocada por el estrés postraumático de haber sido testigo de cómo un hombre asesina a su propia esposa, la mejor amiga de Sabina.

Ahora, a casi dos años del suceso, con el culpable tras las rejas... este ha sido absuelto de toda culpa y Sabina no puede con la traición que le provoca que no se haya hecho justicia, así que con la compañía de su gran danés Dalí y su gata Gala comienza a planear una forma de tomar justicia desde el ático donde lleva encerrada meses.

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Pues como ven buhitos, este libro contiene y toca varios temas, todos muy interesantes y que habría de ir reflexionando uno a uno. Por un lado tenemos las enfermedades mentales, que seguramente si me siguen en Goodreads vieron mi frustración de cuando las personas no consideran a las enfermedades mentales como enfermedades. Muchas veces se menosprecia, se minimiza la situación o que la persona está exagerando, que quiere llamar la atención, etcétera, y aquí la hermana de Sabina no comprende que ella está enferma, lo que me agrada es que en un punto cobra razón.

Por otro lado tenemos la violencia de género, no me pueden negar que ahora mismo vivimos una crisis horrible en este aspecto ―no que sea un invento del siglo XXI sino que estamos abriendo los ojos a esto, se está denunciando y llamando por su nombre―, y se me ha hecho un acierto que haya libros que lo toquen de esta perspectiva. Sí, está la víctima pero también existen las personas que siguen vivas, con esto me refiero a sus seres queridos. De hecho en Instagram les compartí la dedicatoria de Dieciocho meses y un día porque es preciosa, y muy dura.

La vida escribe historias trágicas con letras de sangre en las que parece no dejarte decidir más que los detalles sin importancia.

Así que tenemos estos dos aspectos mezclándose, y por supuesto, la forma en que Sabina quiere hacer justicia y cómo parece estar cruzando la línea con la venganza, lo que al lector le toca reflexionar. Por mi parte tengo que decir que eso sería venganza pura y dura, pero comprendo por qué Sabina toma las decisiones que toma, su contexto, su enfermedad, quién era Lola para ella y lo que la justicia ha dejado de hacer. Seguramente hay muchísima gente que se queda como Sabina, sin recibir justicia, enojada con el sistema, queriendo hacer justicia por su propia mano.

Así que en casi trescientas páginas vemos a una mujer que no recibe lo que ha estado esperando por casi dos años, casi uno y medio de ellos enclaustrada en su propio hogar por el miedo que representa salir al sitio donde probablemente te encuentres con el asesino de tu mejor amiga, porque la justicia no ha hecho su trabajo. Vamos a hacernos una idea de quién es esta mujer, quién era antes de que le arrebataran a Lola y su sentimiento de seguridad, cómo conoció a sus mejores amigos, simplemente cómo era su vida y lo que ahora tiene que no se puede llamar exactamente vida.

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Entonces pasamos a los protagonistas de Dieciocho meses y un día. La historia está narrada en tercera persona casi siempre desde la perspectiva de Sabina, siendo esta nuestra protagonista. Sabina Lamer es una pintora de cuarenta y cinco años, cabellera castaña con un profundo amor al mar, lo que la llevó desde temprana edad a mudarse a las costas del Mediterráneo. Hay mucho para reflexionar en esta mujer, sobre todo en sus problemas actuales, así como los de su infancia que como dice una cita, es lo que nos da vida a los psicólogos ja, ja, ja. En sí me agradó, hasta cierto punto la entiendo pero no puedo estar de acuerdo con algunas acciones, pero sí que hace reflexionar.

Sabina opinaba que si el pasado no marcara al ser humano, tal vez los psiquiatras tendrían mucho menos trabajo.

También tenemos a Lucas, él es el mejor amigo de Sabina además de vendedor de arte, tendrá más de sesenta años pero nunca se lo digan, de veras que es un hombre excéntrico, que es decir lo menos ja, ja, le da cierta vitalidad a la historia, me agradó mucho. Está por supuesto Lola, a quien solo conocemos a través de los recuerdos de Sabina, y sí que te llega lo que tuvo que pasar, que seguramente han pasado muchísimas mujeres en el mundo.

Tenemos a Dimitri, un ruso súper cachas que ayuda a Sabina con Dalí, ―ya que es un pequeño gran danés, regalo de Lucas, y pues necesita salir a pasear, y ella obviamente no puede hacerlo―, eso sí, tiene una relación muy particular con Sabina. Roberto es quien vive bajo el ático de Sabina, hace ya también casi dieciocho meses que sufrió un desafortunado accidente que cambió por completo al hombre que ella conocía.

Así como Griselda, una colombiana muy dramática que ayuda y vive con Roberto, es lo más esta mujer con el sabor latino. Aparecen más personajes por supuesto, como el asesino de Lola y pocos otros, pero esos sería interesante que los conocieran sin más detalles, oh y Gala, una gata negra adoptada hace mucho tiempo.

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El final de Dieciocho meses y un día ha sido... uf, como mencioné en mi reseña de Goodreads, no sabía yo si era una genialidad aquello porque termina de una forma que no esperaba para nada, o sea, en el último capítulo hay muchísimos giros que me tuvieron girando un buen rato. Así que puedo decirles que me gustó mucho, no diré más porque spoilers, pero muy bien hecho Paz.

―¿Acaso crees que puedes salvarme?
―No, Sabina, yo no puedo salvarte. [...] En realidad eres tú la única persona que te puede salvar.

Dieciocho meses y un día es un libro de suspenso donde una mujer lleva mese encerrada en su propia casa producto de una agorafobia provocada por haber sido testigo del asesinato de su mejor amiga, ahora la justicia le ha dado un revés y ha liberado al asesino. Ella no se quedará de brazos cruzados.

Así que ha sido un libro muy interesante que toca las enfermedades mentales con respeto, que visibiliza a las víctimas secundarias de la violencia de género y ha tenido un final genial.

4/5 ME GUSTÓ.

Entonces buhitos, esta será la reseña del día de hoy, espero que les haya gustado, ya me dirán si es un librito que les llame la atención, que hayan leído o no sé, lo que gusten comentar. Oh sí, y también quería decirles que es el primer libro en el que uso resaltadores o marca texto, no sé cómo les digan en sus países. Fue toda una experiencia porque me ponía de los nervios rayar mis libros, sin embargo me animé a hacerlos más míos, no sé, es la sensación que me da al marcarlos, así que lo he hecho finalmente, ya luego en Instagram les enseño los resultados, he ando andado mucho por ahí ja, ja, en fin, eso será todo por hoy, que tengan una excelente semana 🎆.


Adiós buhitos.